29 novembro 2012

Mi cuerpo

Por: Aída Suárez

Mi cuerpo

Mis ancestras están vivas en mi piel, en mi útero, están hablando. Hasta tal punto que puedo reconocer sus huellas en mí… mi útero es el mapa físico de mi consciencia, el fiel reflejo de mi ser mujer… cada suspiro de mi útero es una oportunidad para hacerme mas consciente que ser mujer es algo mas de lo que podemos ver y que necesita toda nuestra atención y respeto… todo mi cuerpo en su totalidad siente las pulsiones de mi útero baúl de almas. Todo mi cuerpo…

Mi cabeza es mi padre y todos mis ancestro varones que alimentaron las ideas envenenadas de ser mujer… pero mi cabeza se levanta y mira hacia delante, reconoce mis deseos y desea expresarlos. Mis ojos que aprendieron a mirar con mirada masculina despiertan del sueño velado y re-aprenden a mirar con el ojo del corazón, el ojo profundo de la receptividad. Mi boca y mis orejas son mis ancestras que me susurran los misterios del viento y me invitan a reír mi sangre a mandíbula suelta. Mis dientes muerden con ganas y liberan la rabia de siglos. Mi garganta es mi canal de expresión y creatividad que desea libertarse de amigdalitis de miedos y emociones reprimidas y creatividad sofocada. Mi pecho, mi fuente de amor. Mis manos recogen mi racionalidad y la transforman en una racionalidad más intuitiva, mas libre. Mis uñas son mi arma, mi defensa… el símbolo que no me deja olvidar los tiempos en los que saque las garras a predadores perdidos en sus miserias. Mi espalda no me deja olvidar las cargas que me colocaron y que no me pertenecían y que me hicieron fuerte. Mi vientre, lugar sagrado, lugar de madre, lugar de vida. Mi estomago museo de miedos, angustias y ansiedades impuestas. Pelvis que me conectas con la energía sexual de mi cuerpo y las rodillas me muestran mi flexibilidad y me reconectan con mi mujer-niña. Mis pies, mi territorio. Norte, Sul, Este, Oeste…caminaron escondidos como brujas-perseguidas sin hacer ruido pero hoy corren por el bosque buscando su lugar robado.

Mi cuerpo vehiculo en el que paseo por esta vida, pero mi cuerpo no es una carrocería inerte como mi hicieron creer, cada célula de mi cuerpo contiene lo que fueron mis ancestras y lo que soy yo. YO MUJER.




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