No hay
momento más vulnerable en la vida de la mujer que el inmediatamente
posterior al parto. La doulas serán su soporte.
Amanda Greavette |
Por: GEMA LENDOIRO
El
mundo del marketing y de las películas se ha encargado de trasmitir
que la llegada de un bebé es una estampa de buenos olores,
sensaciones, alegría y felicidad y fuegos artificiales. Pero la
realidad suele ser muy diferente. Curiosamente, la mayoría de
la gente se centra en el bebé, algo lógico teniendo en cuenta que
es el nuevo protagonista de la familia. Pero existe alguien tan
importante como el recién nacido y ése alguien es la mamá. Puede
que no haya momento más vulnerable en la vida de la mujer que los
inmediatamente posteriores al parto. Hay tanta mezcla de emociones,
las hormonas haciendo de las suyas con los sentimientos, la felicidad
por haber sido madre (da igual si es la primera o la sexta), el
cansancio después del parto, el dolor físico…todo es una montaña
rusa de emociones y sentimientos encontrados y no todo el mundo sabe
gestionar bien o de manera acertada sus emociones.
Llegada
a casa
Lo
peor llega cuando se aterriza en casa y ya no hay
expertosalrededor como en el hospital que aconsejan, ayudan…(a
veces es incluso mejor pero ese es otro cantar). Si el padre se tiene
que ausentar para reanudar su trabajo es el momento de que la madre
se enfrente al peligro por primera vez. La gente tiene a pensar que
lo que la madre más necesita es ayuda física (que
también), en la casa, con el niño, pero lo que de verdad suele
necesitar una madre recién parida esalguien que la escuche con
cariño, amor, comprensión y entrega porque muchas descubren que
lloran sin motivo, que no entienden esa tristeza que, de repente, las
supera y que, además, se sienten culpables por hacerlo. Una persona
amiga, amable y atenta que les dé un abrazo cálido y que le
recuerde que lo que ha hecho es un acto maravillosamente natural, que
le explique que se siente triste porque sus hormonas le juegan esas
malas pasadas y que no debe sentirse culpable porque ha hecho algo
grande. Muy grande, ser madre. A veces es mucho más efectivo para la
recuperación de una madre unas palabras llenas de cariño y
entendimiento, unos abrazos, protección y mucho apoyo emocional que
una señora que viene y te deja la casa limpia como una patena.
Amor,
comprensión, cuidados, mimos, que la escuchen, que le den su
hombro…esas son las cosas que requiere una madre recién parida.
Y lo que no necesita son consejos porque lo que está
haciendo lo está haciendo mal, visitas inoportunas para criticar
todo lo que hace o llamadas constantes para contar cosas
intrascendentes.
Antiguamente
las mujeres se trasmitían unas a otras los conocimientos sobre
todo lo referente al recién nacido. Y todo sin apoyarse en grandes
teorías, simplemente se explicaba cómo aunque muchas veces no sabía
por qué. Las mujeres formaban una tribu en aquellas comunidades a
las que pertenecían. Tras la revolución industrial, el
nacimiento de las grandes ciudades y, muy especialmente, la llegada
de la incorporación en masa al trabajo de la mujer, han ido
eliminando aquello que era tan nuestro y que tanto nos pertenecía.
Vuelta
a los orígenes
Desde
hace unos años se ha invertido la tendencia y ésta consiste en
volver a los orígenes, a hacer las cosas con pausa, con tiempo,
justo lo que se requiere tras un parto, tanto para el bebé como para
la mamá. Ha calado muy profundamente que una está como nueva
después de parir y puede que aparentemente lo esté, pero el
cuerpo por dentro requiere su tiempo (un año) para poder
recolocarse y el alma de la mamá, por mucho que parezca fuerte,
también necesita de un tiempo, de un trabajo de apoyo.
A
muchas mujeres (a prácticamente la mayoría) les invade una
sensación de dependencia absoluta con su cría. Y esto a algunas las
desconcierta porque no entienden muchas veces ese nuevo «yo».Sienten
que son otra persona. Unas encuentran en esta sensación una
profunda realización personal, otras no entienden qué les está
pasando y se sienten desconcertadas, perdidas. Es por eso que es tan
importante leer libros, informarse de qué supone ser mamá. Pero no
sólo los que te dan consejos de cómo lavar el culito del bebé, o
qué marca de pañales usar, sino los que van directos a expresar
las emociones, el increíble cambio que en el cerebro se produce.La
naturaleza hace las cosas bien. Somos mamíferas y lo normal es que
cuando nazca tu bebé sólo desees estar a su lado. Muchas mujeres no
entienden que su entorno no las entienda. A veces se escucha
decir:«tienes que disfrutar también de ti, déjanos al bebé y sal
a despejarte».
Generalmente
se hace esto desde el cariño y las ganas de ayudar pero no siempre
todas las madres desean separarse de su bebé y esto a veces no saben
cómo expresarlo, tienen miedo a parecer desagradecidas. Elmundo
impenetrable que se crea entre una madre y su bebé recién nacido,
un mundo en el que apenas cabe nadie, no todo el mundo es capaz de
comprenderlo y esto puede generar muchas tensiones. Muchas veces
dentro del seno de la familia.
Descifrar
emociones
Existe
una figura profesional que retoma los orígenes de todas estas cosas,
una mujer que apoya a las mujeres a pasar por esto y que no es
excesivamente caro contar con ellas. Son las llamadas doulas.
Hemos querido hablar con Montse Cob. Actualmente prepara un
programa que se emitirá próximamente en divinity, Bebé a bordo, en
el que visitará casas de mujeres que acaban de dar a luz y a
las que ayudará en temas tan peliagudos como dar el pecho
(muchas desisten porque creen que no pueden y casi siempre es por
falta de información y apoyo), descubrir las emociones, ayudar a
descifrarlas. Explicarles en qué consisten esas emociones por las
que pasan, cómo gestionarlas…Esto es lo que le hemos preguntado.
¿Qué
es una doula?
En la
actualidad esta palabra se refiere a una mujer experimentada en
partos, sin formación académica específica, que proporciona
información continuada y acompañamiento físico y emocional a la
madre, antes, durante y justo después del parto. La palabra Doula
proviene del griego y denominaba a la esclava o sirviente principal
en una familia de la Grecia antigua; esta mujer era la que
probablemente ayudaba a la señora de la casa durante los partos
-
Desde su punto de vista, ¿en qué están peor informadas las mujeres
acerca de la maternidad?
-
Probablemente de la «revolución» que implica un bebé en casa; El
postparto. Hay muchos libros que detallan punto por punto «qué
esperar» durante el embarazo y el parto. Pero, muy pocos, que
plasmen la realidad del postparto: Un bebé absolutamente
dependiente, la lactancia «no tan evidente», el cuerpo tan turgente
en el embarazo ahora muy poco reconocible por nosotras mismas,
bombardeo de opiniones externas…Es un periodo de transición con
muy poco apoyo emocional y muchas críticas. Mujeres que sienten una
soledad tremenda y poca empatía y no pueden llegar a conectar con su
instinto. Sí, nos falta una red de mujeres experimentadas que nos
den apoyo en el posparto. Aquí aparece la figura de la doula.
-
¿Cree que es necesario que las mujeres miremos hacia dentro de
nosotras mismas y volvamos a la esencia de la maternidad, a aquella
que nos permitía criar sin las presiones externas del trabajo?
- Sin
duda. Pero, necesitamos unos ingredientes específicos para que esto
pueda ocurrir: Una conciencia social sobre las necesidades básicas
de los bebes y sus madres. Cada vez hay un abanico mayor de
guarderías en lugar de una mayor baja maternal. La Asociación
Española de Pediatría recomienda seis meses de lactancia materna
exclusiva por sus incomparables beneficios en la salud del bebé.
- Sin
embargo, las bajas maternales se reducen a cuatro meses tras el parto
(16 semanas). Algo no cuadra. ¿Cómo una mujer puede mantener la
lactancia de forma exclusiva y compatibilizar una vida profesional
plena?
- Las
madres que desean continuar con la lactancia, que cada vez son más,
tienen que hacer auténticos malabarismos para poder hacerlo. En
ciertos países europeos la situación favorece este vínculo
madre-bebé y el que las mujeres, que opten por ello, puedan permitir
que la maternidad no suponga un conflicto con la su desarrollo
laboral. En Finlandia disfrutan de 44 de baja maternal, en Dinamarca
de 50 y en Suecia…de 96 semanas…
Fonte: